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América Latina: las telenovelas que nos unen Pocas manifestaciones de la llamada cultura de las masas han desatado en nuestro continente tanta polémica como las telenovelas. El auténtico género literario de la cultura popular latinoamericana, como también se le conoce, ha estado siempre marcado por palpables repercusiones sociales: las diferencias entre ricos y pobres, del campo y la ciudad, el difícil ascenso social en condiciones desfavorables, la distancia entre hombres y mujeres, el sida, el divorcio y las relaciones familiares son temas que con razón han sido tomados por las telenovelas, pero evidentemente hay otros temas de igual o mayor importancia como lo son la corrupción política y los procesos de modernización que en los últimos años sólo un puñado de intrépidos y arriesgados productores de novelas por televisión han podido ensayar. Las telenovelas en el Brasil, un país con más de 80 millones de televidentes diarios, han ocupado un rol de importancia ascendente como forum de las discusiones políticas y los problemas sociales del país. Su cadena más importante, TV Globo, ha jugado un papel esencial en esta misión. En los últimos años produjo 3 telenovelas: Renascer (Renacer), Fera ferida (Fiera herida) y Patria minha (Patria mía) que rompieron con los esquemas tradicionales del género y fueron claves en el proceso de corrupción que se siguió contra el presidente Collor de Melo y que lo obligarían a renunciar en 1992. TV Globo incorporó en las tramas de sus telenovelas demandas de la sociedad civil en un esfuerzo por desarrollar y construir un nuevo consenso social, la sociedad civil como actor político y las telenovelas como vehículo en la difusión de su mensaje y viceversa, produjeron los cambios necesarios. En una de estas telenovelas, Renascer, su principal personaje, José Ignacio, en uno de los episodios del melodrama, cuando se discutía la causa seguida contra el presidente Collor de Melo, afirmó: "La mejor solución no es cerrar el Congreso sino limpiarlo y lanzar a todos esos corruptos a la cárcel", declaración que sería más tarde incluida en el mensaje político de uno de los partidos brasileños. Otros cambios en la temática argumental de las telenovelas latinoamericanas han sido llevadas a las pantallas chicas de Argentina, Colombia y particularmente Venezuela, donde la novela por televisión Por estas calles trataba de los que luchan contra la miseria, logrando incluir en su trama al político corrupto y las absurdas medidas del gobierno venezolano de entonces. Estas telenovelas, regidas por las leyes del mercado, siempre corren el riesgo de fracasar si no "enganchan" a la teleaudiencia. Hace sólo unos días en México salió al aire la telenovela El candidato, producida por la cadena Azteca y con la actuación de un brillante elenco dirigido por el actor Humberto Zurita y coproducida por Christian Bach, según sus directores: "La primera telenovela histórica de TV Azteca por pertenecer al hoy, las necesidades y curso del país". El melodrama, situado en el contexto actual de México, es el camino que sigue un país que intenta llegar en la democracia y la eleccción de su próximo presidente. Zurita se lanza a esta nueva empresa con la intención, según dijo, no sólo de entretener sino de exponer los acontecimientos reales a través de la ficción y "provocar la reflexión entre el público, creando conciencia política". En la novela se quiere poner en tela de juicio lo que ha sido por 70 años de gobierno en México la imposición de un candidato oficial por el presidente saliente, "el dedazo", y si es posible contender abiertamente sin esperar fraudes y miedo a la censura. El melodrama expondrá la realidad con el fin de provocar un juicio de conciencia colectiva. Siguiendo las reglas del género El candidato tendrá una historia de amor y su elenco artístico enriquecerá la trama con los hechos que realmente suceden alrededor de los candidatos presidenciales del 2000. En otra de las telenovelas brasileñas Fera ferida (Fiera herida), considerada la primera en exponer en América Latina nuevas argumentaciones a través del popular medio de comunicación masivo, es la historia de hechos ocurridos en realidad hace unos años en un sitio imaginario llamado Nueva California, y que pudiera estar situado en cualquier lugar de nuestra América, un lugar donde todo es falso y las personas viven de las apariencias, la mayoría del pueblo finge que trabaja con una mentalidad ignorante y perezosa en detrimento de la inteligencia y la cultura. Nueva California es regida por un alcalde autoritario, Feliciano, quien vive obsesionado con la idea de que hay mucho oro en la región, y un día lo encuentra. Cuando Feliciano quiere transformar la riqueza en dólares se descubre que ésta no era verdadera, lo que le provoca una grave crísis en el lugar. Sus antiguos compañeros políticos se vuelven contra él y Feliciano tiene que huir... Es seguro que las telenovelas seguirán en gran medida componiendo los cielos imaginarios de nuestros días, soñar es válido, pero es también nuestra esperanza que estos nuevos componentes añadidos a la telenovela latinoamericana por intrépidos productores del género ayuden a conducir hasta puertos más seguros a un proceso que ya se hace demasiado largo, el de una sociedad que inevitablemente cambiará para beneficio de todos.
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