La escritora hispana de fama mundial pasó por Santiago para presentar su último libro, Los pacientes del doctor García, y opinó de literatura y política.
—De entrada, te llevo a un tema espinoso. España, tu patria, está pasando por una situación muy grave con la separación de Cataluña. ¿Qué función puede tener la literatura para acercarse a la política y resolver sus problemas?
Cuando todo esté terminado, la literatura lo va a contar todo.
—Yo creo que lo que está pasando en España ahora mismo es que se ha producido actualmente una crisis grave, una fractura en la sociedad catalana al nivel que la distancia que hay entre Cataluña y España es más corta que la que media entre los propios catalanes. Y yo creo que esta crisis tiene que ver con que es una manifestación de algo más profundo: la España que salió de la Transición ha aguantado lo que ha aguantado pero ese modelo ya no va más. Yo creo que la crisis catalana es manifestación de algo más profundo y yo creo que a mi país hay que refundarlo.
—¿Y la literatura tiene algún lugar allí?
—Y lo que va a pasar es que cuando pase todo esto, cuando todo esté terminado, la literatura lo va a contar todo.
—En qué lugar de tu obra estás? ¿Estás en la madurez absoluta, tienes una tranquilidad total para crear?
—No tanto así pues si estuviera en la madurez absoluta no escribiría más, porque si hay un motor para seguir escribiendo es la insatisfacción, esa sensación de que podemos hacer más, de que podemos hacerlo mejor. Llevo casi treinta años publicando y llevo un control más grande sobre mi obra que antes. Yo sí me definiría como una escritora madura, pero lejos de haber alcanzado la perfección.
—Tu próxima obra, ¿de qué va a versar?
—Va a ser el quinto episodio de una serie de seis novelas en las que pretendo recorrer veinticinco años de la historia de España desde el año 39, el fin de la Guerra Civil.
—¿Qué piensas del premio Nobel otorgado a Kazuo Ishiguro?
—Bueno, es un narrador interesante, es un escritor casi de mi edad. He leído Los restos del día cuando era joven y me gustó mucho, pero en general no me gusta opinar sobre el Nobel porque el Nobel es un premio privado. La gente habla del Nobel como si tuviera jurisdicción universal, es una institución donde unos señores van y le dan el premio al que quieren. Lo de Ishiguro no me pareció mal, pero cuando se lo han dado a otros en otras oportunidades no tenemos mucho derecho a opinar.
Sus textos publicados antes de 2015
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- Susanne Noltenius: “La narrativa es mi búsqueda de trascendencia” - domingo 11 de noviembre de 2018
- Cucha del Águila: “En Occidente hay una manera de ver el mundo que ya no puede más” - domingo 4 de noviembre de 2018
- Claudia Amengual: “Todavía ni me acerco a escribir como quisiera” - domingo 3 de diciembre de 2017
