Desde la sombra
Juan José Millás
Novela
Seix Barral
Barcelona (España), 2016
206 pp.
Desde la sombra constituye una parodia de los diversos géneros televisivos, desde la telebasura, hasta la entrevista introspectiva, contraponiendo la búsqueda de la notoriedad o de la excelencia. Ambos géneros están representados ahora respectivamente por el showman imaginario popular Sergio O’Kane y por el prestigioso Iñaki Gabilondo. Pero también es una parodia del Internet que ahora se presenta como un mayordomo fantasma capaz de introducirse en los ámbitos más reservados de la conciencia humana. Por su parte, Juan José Millás vuelve a hacer a la extrañeza y al asombro ante la realidad cotidiana el tema central de su novelística. En este caso persiguiendo unos mayores visos de verosimilitud a través del lenguaje y la conversación, pues “mientras no hablas las cosas con nadie parece que no son reales” (p. 167). De todos modos se trata de una novela onírica donde se sucede una serie de acontecimientos imposibles, donde los personajes están siendo soñados por su personaje principal, Damián Lobo. Sorprendentemente tiene el don de la ubicuidad para ver, escondido dentro de un armario, los entresijos de lo que les ocurre a los diversos personajes que pasan por delante siendo totalmente ajenos a ser espiados. Especialmente las relaciones entre Fede y su pareja de conveniencia Paula, cuando su mujer Lucía se encuentra ausente atendiendo a su madre, o a su hija María, que está pasando los problemas propios de la adolescencia.
Desde la sombra pretende ser una parodia con ciertos tintes de crítica social, pero al final tiene más de lo primero que de lo segundo.
La trama se va conociendo a medida que se desarrolla la obra. Al parecer la muerte repentina de Fede a consecuencia de un ataque inesperado de un enjambre de avispas es el desencadenante de que Damián Lobo se vuelva un personaje absolutamente incontrolado. No es consciente de la hilaridad que despiertan en los espectadores sus comentarios totalmente salidos de tono, ni tampoco de las situaciones tan disparatadas que sólo pueden ocurrir en sus sueños. Máxime cuando imagine transformarse en un asistente asiduo a diversos programas televisivos con el único fin de exponer sus vivencias vitales más intimas, sin tampoco recatarse en exponerlas al público sin ningún tipo de inhibición. Después se servirá de diversos procedimientos ingeniosos para dar a sus relatos una mayor verosimilitud. Al menos así sucede con el ardid de esconderse en un armario, o con su transformación en un mayordomo fantasma que a través del Internet conoce los secretos más íntimos de sus personajes. Así conocerá las múltiples relaciones de pareja de Fede, así como el final trágico que le aguarda. De todos modos se trata de relaciones imposibles más propias del sueño que de la realidad. Sin embargo se describen en todo momento en forma de un diálogo mantenido con sus respectivos interlocutores, dando la sensación de un realismo claramente buscado. Se trata en definitiva de una parodia del modo de vida posmoderno, sin tampoco perseguir otro tipo de pretensiones.
En este contexto se dibuja un género de vida posmoderno totalmente desestructurado y absolutamente relativista. Es cierto que se pone en una mente incontrolada que es objeto de todo tipo de delirios, pero no deja de ser sintomático del tipo de sociedad que se pretende describir. Las relaciones lúdicas del joven Damián con su hermana adoptada china, o las de ésta con su padre legal. Las relaciones de pareja de Fede con Laura y su amiga de conveniencia Paula. Las relaciones un tanto de puro trámite de Laura con su hija María, basadas en la desconfianza y el engaño mutuo. El puro afán exhibicionista de Damián a la hora de valorar la popularidad alcanzada a través de unos shows televisivos de muy poco nivel. La búsqueda de una excelencia forzada que trata de hacer de la necesidad virtud, cuando la terca realidad se impone necesariamente. Es claro el sentido de parodia que se quiere dar a todo este tipo de descripciones, pero al final crean la sensación de un clima muy enrarecido donde no se sabe dónde se sitúa el límite entre la cordura y el simple disparate.
Para concluir una reflexión crítica. Sin duda en la literatura castellana existen precedentes de la propuesta de la literatura del asombro y la extrañeza que ahora nos hace Juan José Millás. En este sentido El diablo cojuelo de Luis Vélez de Guevara el siglo XVI ya intentó algo similar, aunque lógicamente en un contexto cultural muy distinto. A este respecto Desde la sombra pretende ser una parodia con ciertos tintes de crítica social, pero al final tiene más de lo primero que de lo segundo.
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