|
De centro penitenciario a centro cultural.
|
La cárcel de Valparaíso, erigida en 1873 y luego trasladada a la subida Cumming, que une la subida
Ecuador con la plaza Bismark, en el corazón de la avenida Alemania de la ciudad porteña, será convertida
en el centro cultural más grande de Chile, de una importancia tal que se espera que pueda generar sus
propios recursos.
En 1999, los reclusos de Valparaíso fueron trasladados a un nuevo penal más al norte, dejando libre un
espacio de dos hectáreas, la única planicie no edificada de la cada vez más de moda ciudad patrimonial,
en el cerro Cárcel, en medio de otros dos, Alegre y Concepción, los más elegantes del puerto, y con una
inmejorable vista a la bahía.
Cuatro años después del desalojo, el ministro de Vivienda y Bienes Nacionales, Jaime Ravinet, viajó
especialmente al puerto para hacer entrega oficial del lugar, propiedad del Estado, al gobierno regional de
Valparaíso, en la persona del intendente Luis Guastavino: "Ellos conocen mi decisión de que la ex
cárcel tenga un destino para las áreas del saber y de la cultura, y queda descartado su uso para cualquier
otro fin", detalla Ravinet.
El ministro hacía referencia a temores de los ciudadanos de Valparaíso de que esos terrenos se
convirtieran en el asiento de un proyecto inmobiliario, después de que unas 35 organizaciones ciudadanas se
manifestaran en contra del proyecto presentado en 2002 por la constructora Novaterra para edificar una
universidad privada, construir edificios comerciales y un exclusivo condominio de 40 viviendas unipersonales
en estilo holandés.
Desde su desocupación, el pabellón de tres pisos y 237 celdas, edificado con posterioridad al terremoto
de 1906, ha albergado a artistas que desarrollan talleres, organizan exposiciones y obras de teatro, pero el
esquema de funcionamiento ha sido autogestionante. En este momento, hay unas 16 organizaciones que lo
utilizan como espacio de trabajo, y que participarán en el diseño del nuevo proyecto.
Recientemente el presidente de Chile, Ricardo Lagos, se comprometió personalmente a sacar adelante la
idea de dotar al puerto de un espacio cultural de primer orden. Se dice en predios del gobierno chileno que
se destinarán unos 600 o 700 millones de pesos para trabajos en el entorno, incluyendo la construcción de
un nuevo ascensor para el fácil acceso al lugar y de un paseo peatonal, y la remodelación de tres plazas
aledañas.
Para convertir este centro en un espacio cultural autogenerador de recursos, diversos sectores han
desarrollado proyectos como el de Hilda Arévalo, directora del Teatro Municipal de Valparaíso, aunque el
diseño oficial recién comienza. El 28 de abril se constituyó una primera comisión de trabajo, presidida
por el intendente Guastavino, y con la participación, entre otras organizaciones, de la Municipalidad, el
Consejo Regional de Cultura, el Consejo Regional de Rectores, la Comisión Bicentenario Regional y la
Corporación de Amigos de la Ex Cárcel.