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La Feria de La Paz, en Bolivia: todo un éxito.
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Como un éxito fue calificada la Feria Internacional del Libro de La Paz (Bolivia), clausurada este 24 de
agosto tras recibir una mayor afluencia de visitantes que la edición anterior y verificar igualmente un
incremento en sus ventas y en la cantidad de actividades culturales celebradas.
La asistencia masiva del público paceño, el incremento de las ventas de las editoriales y las
librerías del país, así como la creciente demanda por autores bolivianos mostraron que, a pesar de la
piratería, el mercado del libro legal gana terreno en la nación suramericana. Según algunas de las
empresas que participaron del evento literario, la feria se ha afirmado como una institución cultural en
Bolivia.
Antonio Shuldzewski, gerente administrativo de Librería Gisbert, dijo que la organización del evento
literario fue lo más destacable de la feria, junto con la incorporación del Día Internacional de la
Cultura, donde 10 países, a través de sus embajadas, dieron una muestra de sus costumbres, su arte y su
gastronomía. "La agenda cultural ha estado mejor que la del año pasado", afirmó.
"Se ha notado una mayor afluencia de gente", señala Mónica Barrón, gerente comercial de
Editorial Santillana, quien dice que el cambio en la fecha de inauguración ayudó a que las ventas de los
expositores se incrementen. "Antes era a fin de mes, cuando la mayoría de las personas no cuenta con
dinero".
Para Ernesto Martínez, gerente de la Librería Martínez-Acchini, se debe resaltar la actitud del
público paceño que respondió positivamente a los 12 días de feria. "El incremento y entusiasmo de
los visitantes nos llena de esperanza porque muestra que el libro legal tiene su lugar". Sin embargo,
agregó que existen aspectos que deben ser mejorados: "La infraestructura de la feria necesita de
mejoras para dar mayor comodidad tanto a las actividades culturales, los expositores y asistentes".
El cuentista Germán Araúz sostiene que ha sido un escaparate para ver la nueva actividad literaria en
el país y que a su vez "ayudó a mantener en vigencia a los autores conocidos".
Para el novelista Manfredo Kempff, quien presentó en la feria su más reciente novela titulada El
águila herida,
los escritores bolivianos "hemos estado bastante cotizados". Kempff también destacó las mesas de
trabajo, coloquios y conferencias que se desarrollaron los 12 días que duró el evento literario. "Yo
creo que nuestra feria va a alcanzar niveles importantes en relación con las ferias del continente",
señaló el escritor.
Manuel Vargas apuntó a los reconocimientos, a través de homenajes, que se hicieron a varios autores
nacionales. "A los que están aún con nosotros como Néstor Taboada Terán, Mariano Baptista Gumucio y
Víctor Hugo Viscarra, y a los que ya no como Jorge Suárez", recordó Vargas.
Los autores coincidieron en señalar que en el próximo encuentro las editoriales deben bajar los precios
de los libros. También concluyeron que, ante el crecimiento del evento literario, el Campo Ferial está
quedando pequeño. "Se tiene que buscar un lugar más amplio y cómodo", afirmó Manuel Vargas.