|
Todas las obras, Cortázar.
|
|
En septiembre saldrá a la venta en las librerías españolas, bajo el sello Círculo de Lectores/Galaxia
Gutenberg, el volumen II de las
Obras completas
de Julio Cortázar, en el que se ha logrado reunir por primera vez todas las piezas teatrales escritas por
el autor de
Rayuela.
Como "escasa, aunque de enorme interés", calificó el crítico argentino Saúl Yurkievich —coordinador
de estas Obras completas
que abarcarán en total nueve volúmenes— el conjunto de la obra dramática de Cortázar.
El libro incluye también las primeras novelas de Buenos Aires, tres obras nacidas antes de que el
escritor argentino (Bruselas 1914-París 1984) se fuera a vivir a la capital francesa: Divertimento
(1949), El examen
(1950) y Los premios
(1960), todas conectadas con el período del teatro, y cuyos personajes mantienen actitudes envueltas en el
hábitat bonaerense de mediados de siglo, con sus sabores, sus mitos o su singular idioma, señala
Yurkiévich.
El examen,
la más importante del volumen, según este experto, alude al período peronista y anuncia
"extraordinariamente" la posterior Rayuela,
"con su misma técnica, composición de mosaico o visión caleidoscópica". Colérica novela de
rechazo del autoritarismo populista, en ella Cortázar predice y augura, unos años antes, lo que iba a ser
el entierro de Eva Perón, "con todo su culto necrófilo y expresionista", destacó el crítico,
de aquellos momentos que impresionaron al escritor "ante la amenaza de subversión generalizada, en un
país a la vez carnavelesco".
"El pavor y rechazo que provocó en Cortázar, en medio de la dinámica creada, ver a las masas
sudorosas avanzar por el elegante centro de Buenos Aires, lo representó en esta novela de forma vívida y
dinámica con constantes cambios de estilo y forma, con múltiples saltos, todo mezclado no sólo de
fantasía sino de humor y de ese juego que en él era siempre nuclear", explicó el crítico.
La dramaturgia de Cortázar comprende en total cinco piezas, tres de ellas propiamente teatrales: Dos
juegos de palabras I, Tiempo de barrilete
y Pieza en tres escenas II,
así como Nada a Pehuajó,
una experiencia teatral del absurdo señalada como "kafkiana, divertida, ágil y perturbadora", en
torno a una prohibición, y que se estrenó con éxito en París el año pasado; y, finalmente, Los
reyes,
poema dramático sobre el Minotauro, el primer intento teatral que Cortázar escribió febrilmente en pocas
horas de una jornada de 1947, y Adiós, Robinson,
diálogo radiofónico donde las ambientaciones escénicas están suplantadas por ambientaciones sonoras.
Construido en cinco escenas, Los reyes
gira sobre dos espacios: el laberinto donde está encerrado el Minotauro y el palacio de Cnossos, donde
viven el rey Minos y su hija Ariana, "libertad/cárcel, rey/prisionero, vida/muerte se intercambian y
se invierten de la misma manera que Cortázar intercambia la naturaleza inmutable del mito clásico",
comenta de esta pieza Steven Bodly, profesor de la Universidad de Cambridge y autor del prólogo.
Cortázar escribe a su amigo Sergio Sergi una carta sobre sus alusiones a la condición humana
contemporánea en esta obra donde se pregunta por qué Teseo —ley y orden—, mataba a los monstruos;
"porque monstruo es aquel que escapa a la codificación, es lo libre, el individuo puro, sin
especie", le dice, y "por eso el Minotauro representa al poeta", anarquista espiritual, es
decir, a él mismo.
|
Saúl Yurkievich: Cortázar aspiraba a cambiar el mundo.
|
|
Yurkievich afirma que Cortázar "fue el verdadero hombre de letras, formado prematuramente —cuenta
con un libro de sonetos clásicos que escribió con 13 años—, que aspiraba a cambiarnos la vida. De ahí
la importancia de su literatura. Cargada de problemática actual, la obra de Cortázar con los conflictos
que él mismo padeció, su opción de vida, adquiere hoy la mayor vigencia en el mundo tecnológico y
avasallador para evitar ser arrastrados por la sociedad masiva".
"Él quiso prestigiar lo nimio y lo magno en lo humano, formar nuestra sensibilidad y prestar
atención al acto más banal para que el simple hecho de girar el picaporte de una puerta no fuera
automatizado y cobrara valor", subrayó, afirmando que por todo ello nadie puede hoy ignorar su obra
"estremecedora", su afán por "abrir las mentes, por movilizar la lengua", o "su
percepción acerca de la realidad, ininteligible, condicionados como estamos por prejuicios y
fijaciones".
"Cortázar quería sacarnos de nuestras casillas para hacernos recuperar el espíritu y poner en
movimiento todas las facultades humanas", agregó Yurkievich, que agradece la deuda que "la
calidad, rigor y fidelidad" de esta edición mantiene con Aurora Bernárdez, primera esposa del
escritor, y con el editor Nicanor Vélez.