Letralia, Tierra de Letras Año VIII • Nº 95
7 de julio de 2003
Cagua, Venezuela

Depósito Legal:
pp199602AR26
ISSN: 1856-7983

La revista de los escritores hispanoamericanos en Internet
Sala de ensayo
Cantes de ida y vuelta:
mestizaje musical de sentimientos

Arnoldo Varona

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Al igual que el tango y el bolero, ritmos musicales que han dado la vuelta al mundo enriqueciendo nuestro folklore continental, el flamenco proviene de orígenes muy humildes y tristes, de gentes sencillas que cantaban a la pasión, su sentir y sufrimientos. Todos estos ritmos en su momento traspasarán al triunfo merecido por el hecho probado de que ninguna sociedad, esté donde esté, puede sustraerse a los sentimientos de su pueblo.

El flamenco andaluz surge a raíz de la persecución de los gitanos asentados en aquella región de España en el Siglo XIX. Fueron ellos los primeros artistas que interpretarían ese nuevo ritmo y estilo. Para las familias gitanas la música tenía una calidad sacra, las palabras de ese pueblo acosado y su música cantaban del hambre, el sufrimiento, las cárceles y la muerte. Con toques de palma y baile este pueblo trabajador y exilado encontraba en su cante el escape favorito a sus alegrías y a sus penas, el flamenco en boca de sus intérpretes de orígenes era una música muy emocional.

     "Es preferible reír que llorar
     y así se debe tomar
     los ratos buenos hay que aprovechar
     si fueron malos mejor olvidar".

Hacia 1850, los cafés musicales se hacían populares por toda España; estos mismos gitanos pobres y algunos payos (como le dicen los gitanos a los no gitanos) comenzaron a hacerse famosos actuando en los mejores cafés, atrayendo en sus actuaciones a miles de personas provenientes de todos los estratos de la sociedad.

Hacia esa época, al mismo tiempo, provenientes de América, regresaban a Europa numerosos marineros españoles interpretando muchas canciones y ritmos del Caribe (Cuba y Puerto Rico) y desde América del Sur (la región del Río de la Plata en Argentina y de los puertos colombianos).

En el argot musical del flamenco, aquella música que invadió primero desde España a la América y retornó después hacia Europa para transformar al flamenco, se llamó "Cantes de Ida y Vuelta". Citando al reconocido crítico Fernando Quiñones: "Los ya independientes géneros musicales engendrados en el Nuevo Mundo (tangos, guajiras, colombianas y rumbas, entre otros) sobre líneas, verbo y materiales facilitados por el Viejo Mundo, desembarcan en los muelles españoles y, un poco por propia inquietud reconquistadora y otro poco por la facultad local de deslumbramiento y absorción, entran en las guitarras del puerto, les dejan su lento dulzor de mango o de guanábana y salen de ellos electrizados de cadencia y compás flamencos".

Así fue de fascinante el viaje personal de estos ritmos hispanoamericanos.

Al historiar la rumba flamenca, aun cuando la primera palabra de este encuentro musical pareciera provenir de palabras africanas como tumba y nkumba, también reflejan varias expresiones de origen español (andaluz) como rumbo, gente de rumbo. Las formas literarias y los giros melódicos, por ejemplo en las décimas, nos dan confirmación de la presencia de elementos hispánicos.

     "Todavía esta en mi cama
     el hoyito que dejó
     las horquillitas de su pelo
     y el peine que lo peinó".

Al igual que la milonga y el tango flamenco que llegan como "Cantes de Ida y Vuelta", la sensible inspiración de Pepe Marchena nos trae las colombianas que a pesar de críticas fueron aceptadas como palo flamenco. Un miembro del grupo de Paco de Lucía, Rubén Dantas, introdujo el cajón peruano, instrumento adoptado por los nuevos artistas flamencos. Otro de esos cantes importados, la guajira flamenca, posee un ritmo muy conciso, por lo que cuando se taconea, el acompañamiento de guitarra está desprovisto de falsetas y sólo se hacen los rasgueos.

     "Junto al Palmar del Bohío
     tengo un bujío cubierto de flores
     para la linda trigueña
     que con mi alma sueña
     risueña de mis amores".

Ritmos y estilos contagiados de aires americanos que penetraron el solar del arte flamenco.

Como bien se ve, el cante flamenco, como nuestra propia raza, es el resultado del mestizaje, que en la época actual, principios del siglo XXI, ha sido conquistado por nuevas corrientes como el jazz, la salsa y el bossa nova e interpretados por valores artísticos como Ketama, el Niño de Pura, el brasileño David Tavares y la cubana Maylena, entre muchos otros.

Aunque creemos que lo mejor está por verse, hay sin duda un gran reto que tiene ante sí el ritmo flamenco: el futuro.


       

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Creada el 20 de mayo de 1996 • Próxima edición: 21 de julio de 2003 • Circula el primer y tercer lunes de cada mes