¿África? Mentira cincelada en piedra
Bronces erigidos al horror
Pétrea belleza del mármol
Las manos trabajan carne
y dan forma a la materia
¡Arte!
Un grito de dolor
aguarda agazapado
en el umbral
de cualquier puerta
Jácara
Los jinetes coloraos
cabalgan al trote,
en sus potros,
coloraos.
Por la mañana temprano
cabalgan sobre el rocío,
los jinetes,
coloraos.
Un jinete galopea
con su yegua,
colorá.
Al calor del mediodía
galopa por la sabana,
un jinete colorao.
Un jinete caballea
en su jaca,
colorá.
Al rojo sol de la tarde
caballea a todo ruedo,
un jinete colorao.
Los jinetes coloraos
se ciñen ebrios de sangre,
a sus corceles,
coloraos.
Al filo de la medianoche
alzan el vuelo,
los jinetes,
coloraos.
Jirones
Amado mío.
Un brazalete de oro,
con broche de rubíes de fuego,
sinuosa la noche me regala.
Dos compases trazan la geometría
de tu cuerpo en fino bronce pulido,
trepidantes líneas infinitas
irradian de la luz de tu mirada.
Tres golpes y salta la chispa,
avivan la pirueta de lo elevado y lo llano,
triangular forjan el lomo de un buey.
Tres golpes y cobra forma el vacío,
incitan la cadencia de lo fuerte y lo suave,
excéntricos configuran un juego malabar.
Tres golpes y se rasga el silencio,
doblan la curva y ruedan por la quebrada,
vibrantes provocan el relincho del caballo.
Dos palabras pujan con brío,
entre la raíz de los diez montes de Venus,
intrépidas surcan las estelas marinas,
para recalar en el leve roce de tus manos.
Una mujer masca arcilla olorosa
y vierte arena menuda en sus escritos,
abro los ojos y tú no estás junto a mí.
Amado mío.
M3
Tu vida, y la mía también
sería más, mucho más miserable,
sin el vigor de leer por placer. Su goce alumbra
la razón para, paso a paso, ahuyentar a la gran M3.
Noche y día juega M3a capricho
del poder que impone la ruleta.
Ésta gira, gira, gira, gira y…
Mierda. Gana la banca. Mierda. Mierda.
Truculenta M3, los dados están cargados.