
En el mundo de la literatura, la juventud a menudo encuentra su voz a través de la escritura, y Cassandra Rosabel Ferré es un claro ejemplo de ello. Con tan sólo veintitrés años, esta talentosa escritora venezolana ha lanzado su libro El inicio del fin, un compendio que contiene cinco fascinantes relatos, cada uno de los cuales ofrece a los lectores una experiencia única, tejiendo elementos de misterio, emoción y reflexión en una narrativa que ha dejado ávidos de más a quienes se han acercado a ellos.
Los cuentos de Cassandra Rosabel Ferré son protagonizados por mujeres y exploran realidades alternativas y ámbitos misteriosos. Voces que podrían provenir de algún oscuro rincón de la mente o de las sombras, presencias lóbregas portadoras de malos augurios, personajes a medio camino entre la locura y la cordura, ensoñaciones del horror y arrebatos de violencia conviven en estas historias.
Nacida en el año 2000, la autora natural de Caracas ha estado vinculada al medio artístico desde temprana edad, realizando estudios y presentaciones en el área musical, audiovisual, teatro y como practicante de danza. Durante sus estudios de bachillerato la cercanía con la literatura sembró en ella el deseo de escribir, a la par de continuar sus estudios musicales e incursionar en otras disciplinas artísticas. Graduada como bachiller mención humanidades, se encuentra a la espera del título universitario de la carrera de Derecho. En esta entrevista, exploraremos los orígenes de su pasión por la escritura, su evolución artística y la inspiración detrás de su obra.
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El inicio del fin, presencias y culpas de los personajes
Tu libro El inicio del fin contiene cinco relatos en los que predomina una atmósfera intrigante y casi onírica. ¿Podrías contarnos cómo se relacionan entre sí? ¿Forman parte de un mismo universo creativo?
Todas tienen un inicio y un fin completamente iguales y diferentes al mismo tiempo, todo depende del punto de vista que desee escoger el lector. Por ejemplo, en “La alcoba” hay un inicio y un final expreso, que viene unido por un desarrollo: inicio-desarrollo-desenlace o final, pero hay uno que no es expreso sino que va ligado a la perspectiva que el lector tome.
Dicho esto, podemos decir que el primer punto de vista consiste en que la protagonista tiene un inicio (nació y creció) y tiene un final, puesto que la condición adquirida mediante la transformación, para ella no existe porque no lo acepta y todo acabó. En el segundo punto de vista, la protagonista tuvo un inicio (nació, creció) y tuvo un final que dio inicio a una nueva vida.
Este juego de perspectivas, y de palabras, me atrevería a añadir, se encuentra particularmente muy enfatizado en el primer cuento, “Una muerte sin aviso”.
Otro elemento significativo que une los cuentos es la presencia de algún ser extraño, pudiendo ser ajeno a la persona, la persona misma o un ser mitológico.

Hay en tus cuentos varios temas recurrentes: la salud mental, el sueño, presencias misteriosas que ejercen como guardianes o como guías. ¿Cómo abordas estos temas en tu escritura?
Está ligado un poco al hecho de que en nuestro Código Penal hay un artículo que habla acerca de las personas que cometen crímenes bajo insomnio y otras patologías, como la esquizofrenia, por ejemplo; puedo decir que el motivo principal por el cual uso recurrentemente ese tipo de temas es porque conozco la ley y trato de evitar que la persona que comete ese acto delictivo en el cuento sea penada. Obviamente, a la hora de escribir acerca de esos temas tan delicados exagero, y uso la norma como una base sólida que esté a favor del cuento; es decir, en la vida real puede que la sentencia sea condenatoria, puede que en mi cuento el artículo ni siquiera sea aplicable, pero no quiero que se trate de si está bien o no aplicada, quiero que se trate de dar base e inspiración para proyectar y plasmar algunas ideas a desarrollar.
Por otro lado, las presencias misteriosas van ligadas a que simplemente esos temas suelen gustarme, me gusta pensar que algo o alguien está para apoyarme y dirigirme así no lo vea, y no es un tema netamente religioso; en realidad, no suele tener raíz en ello sino que es un simple pensamiento. Considero que nadie se va plenamente, siempre hay algo que queda en nosotros; el simple hecho de que yo recuerde a alguien le da vida. En mis cuentos, como ya mencioné, exagero la situación, y en este caso, donde normalmente son criaturas, juego mucho entre las del imaginario nocturno, lo mitológico y todos esos conocimientos de fantasía que tengo gracias a los libros y las películas que suelo ver y leer.
En tu libro, exploras situaciones y lugares inusuales que a menudo tienen un toque sobrenatural. ¿Qué te atrae de estas ambientaciones y cómo trabajas para que sean tan efectivas en la narrativa de tus cuentos?
Lo que más me gusta de este tipo de ambientes es que es mío, lo hice yo, lo manipulo yo y me encargo de resolverlo yo. En la vida real esto no existe a plenitud, nadie tiene el control absoluto de nada, pero al escribir sí, puedo exagerar las cosas e incluso puedo hacer que la protagonista haga cosas que en la vida real son legalmente imposibles porque, o es penado por la ley, no está bien visto en la sociedad o es moralmente incorrecto; en este tipo de ambientes puedes hacer lo que quieras, eres libre y, si bien es cierto que el doctor, por ejemplo, fue castigado… él aún vive y atormenta a las personas, así que dependiendo de cómo lo tome el lector, podrá ser un castigo o no.
A mí me gusta mucho la fantasía, lo sobrenatural, lo mitológico, porque me permite alejarme de la vida cotidiana, de la realidad, de lo que vivimos día a día. Me permite viajar a mundos increíbles y vivir cosas extraordinarias. Al momento de leer este tipo de temáticas, normalmente son del tipo Las crónicas de Narnia, Harry Potter, El Señor de los Anillos… No suelen ser tétricas o macabras, pero el thriller de Los Juegos del Hambre, por ejemplo, me llama la atención pues considero que es una clara crítica a los realities.
¿Cómo lo trabajo? Realmente no sé, creo que es con base en mis miedos, mi imaginación y mis sentimientos; simplemente dejo que las palabras queden grabadas en un papel y ellas mismas se vayan hilando. Aunque ha dejado de ser netamente así. Para los otros proyectos en mente y que poseen características de la fantasía, me he dedicado a investigar y recopilar información acerca de los seres que pudiere involucrar en la historia. Ya no se trata de que la musa vino y me dejó escribir, no; la musa puede venir y darme la idea, pero esa idea lleva algo de estudio.
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En la trastienda literaria de Cassandra Rosabel Ferré
En “Una muerte sin aviso” introduces el elemento de una voz misteriosa que advierte a la protagonista sobre algo que ocurrirá. ¿Qué te inspiró a abordar este tema desde esta perspectiva?
Este cuento fue el primero que escribí y di a conocer en el bachillerato. Recuerdo vagamente todos los miedos que me inspiraron a escribirlo; sin embargo, la soledad es la que encabeza la lista por dos principales motivos.
Cuando era niña me gustaba ser extrovertida, pero a muy corta edad pasé de ser extrovertida a ser introvertida y esto ocasionó que no me gustaran las personas; por ende, me llevó a ser un poco solitaria y a resolver las cosas por mi cuenta. Amar la soledad se convirtió en una necesidad.
Por otro lado, a pesar de que he aprendido a llevarme bien con la soledad, y amo genuinamente estar sola y tener mi espacio, esto no quiere decir que el miedo se esfumó; el miedo sigue allí, recordándome que hay algo más que sólo yo, y que somos seres que necesitamos del otro para poder continuar con este camino turbulento llamado vida. Cabe acotar que esta soledad no suele atormentar sino acompañar.
Por último, Carlos Fuentes, en Aura, fue quien marcó el antes de mi relato, ya que en ese libro del autor mexicano todo lo que es, no es. En lo personal, considero que esta influencia se hace muy presente al momento en que, no importa cuántas veces lea mi historia, no importa si yo fui su autora, lo que es hoy mañana puede que no sea o simplemente no es. El cuento es para que el lector lo haga suyo y le dé la interpretación que desee o necesite, es una forma de acompañar el miedo y el sentimiento (consciente o no) que tiene o que genere antes, durante o después de leerlo. Mi cuento tomará el rumbo que el lector quiera puesto que es una historia escrita para una interpretación libre.
En “La alcoba” la protagonista experimenta un malestar y percibe la presencia de un ser terrorífico, bajo cuya influencia ella sufre una transformación. ¿Qué se esconde detrás de este relato? ¿Cómo desarrollaste la idea del personaje misterioso?
No mucho, no hay mucho que desentrañar. La historia se materializa gracias a que debía escribir una historia a raíz de una frase “la alcoba del tercer piso”. Me pareció genial incluir el bestiario, mi criatura nocturna y sobrenatural preferida, y fue así como se hiló todo el cuento.
La idea del personaje tampoco tiene mucho misterio, me gusta esa criatura y la he estudiado bastante desde hace muchos años, me pareció genial incluirla y darle su enfoque naturalmente inquietante, dejando a la vista, y oculta a su vez, la apariencia de dicha criatura; me ha pasado que hay lectores que descubren muy fácil cuál es la criatura. Pero hay otros que no, o los confunde. Puedo decir que le hace cierto guiño a uno de mis libros preferidos en dicha temática oscura.
En “Doctor Psiquiatría” nos entregas el escenario de un hospital psiquiátrico que esconde terribles verdades. El cuento explora las fronteras entre la locura y la cordura. ¿Qué esperas transmitir al lector con esta historia?
Aparte de que se sientan inquietos, busca transmitir el mensaje de que las palabras, las acciones y las situaciones traumáticas dejan secuelas para toda la vida sin importar lo valiente que seas, sin importar lo mucho que lo hayas superado. Todos esos acontecimientos marcan y viven en el inconsciente. Elizabeth va a terapia, pero eso no quiere decir que su vida vaya a ser mejor y a plenitud; puede que logre salir adelante pero seguramente habrá algo, por muy pequeño que sea, que la perturbe, esté ella consciente o inconsciente de ese detalle.
“A beautiful fallen angel” nos introduce en una ensoñación inquietante. ¿Qué implica para la protagonista del relato “sobrevivir” en una estancia con cuerpos degollados?
Aceptar que cada acción conlleva una reacción, la protagonista se enfrenta a situaciones que la hacen dudar de ella, de todo aquello con lo que creció, la hacen cuestionarse acerca de lo que es y será. El ser diferente a los demás la vuelve vulnerable a comentarios y sugerencias, buenas y malas. En esta ocasión, la idea es macabra. Se le ofrece a la protagonista una especie de convenio indirecto donde sutilmente se le comenta la idea de asesinar a toda persona que la lastime, y ella, sin saber, deberá cargar (sobrevivir) con el peso de todas esas personas muertas. Ahora bien, esta idea viene muy unida a la falsa promesa de que “ver muertas a todas estas personas te hará sentir mejor”.
En “Seis y treinta”, a través de la frágil percepción de la realidad de la protagonista, exploras temas de conflicto y perdón. ¿Podrías hablarnos un poco sobre la evolución del personaje?
La chica actúa bajo cansancio, bajo la presión que nos da muchas veces la universidad e incluso bajo la frustración universitaria. Podemos leer cómo al inicio la chica está quedándose dormida y comienza a borrarse la fina línea entre el mundo de los sueños y la realidad. Luego podemos notar que uno de los sentimientos más fuertes para ese momento es el odio hacia su profesora, y es allí donde su realidad alterada y su odio le hacen trucos a la protagonista; para ello tomé como base el sonambulismo, puesto que ella desconoce sus acciones hasta que comienza a encajar todo.
Podemos decir que está cansada, florece su odio, estalla su ira inconscientemente, vuelve a la realidad sin comprender lo que tiene en frente y una vez que lo entiende se culpa. Lo único que alivia ese sentimiento culposo es saber que la víctima le perdonó, que murió en paz y sin rencor hacia ella. Así que la protagonista vivirá con culpa pero el dolor será menos.
Actualmente no me dejo llevar sólo por esa musa sino que planifico más e investigo más. Hago uso de ambos elementos.
La influencia de lo audiovisual
Has mencionado que tus primeros cuentos surgieron como parte de una tarea escolar. ¿Cómo ha evolucionado tu proceso de escritura desde entonces?
La parte que puedo destacar con seguridad es que, al inicio, mis cuentos fueron escritos por la “musa” que bajó y me dio la idea. Actualmente no me dejo llevar sólo por esa musa sino que planifico más e investigo más. Hago uso de ambos elementos.
Además de tu carrera literaria, también te has destacado en otras áreas artísticas. ¿Han influido estas experiencias en tu escritura?
Sí, totalmente. De alguna u otra forma son parte de cada cuento. El primero, “Una muerte sin aviso”, es el más literario de todos, escasamente posee influencias ajenas a la literatura; aun así, puedo destacar que tiene algo de audiovisual o de cinematografía, y esto es más que todo porque al momento de plasmar la historia me imaginaba el ángulo, el movimiento de cámara que se necesitaba para pasar de un plano a otro. La visualización audiovisual me ha ayudado mucho a consolidar mis historias, y recuerdo que este recurso lo usé mucho para el final de ese cuento.
El segundo, “La alcoba”, es audiovisual puro, fue escrito para una prueba creativa en materia audiovisual. El tercero, “Doctor Psiquiatría”, tiene influencia literaria y musical, así como de la carrera de Derecho. El cuarto, “A beautiful fallen angel”, es el único cuento que no posee una relación estrecha con las áreas artísticas puesto que lo escribí como preámbulo a una historia mucho más larga y completa, este fue sólo un pensamiento que surgió, quizá, de la soledad propia y de la observación de cómo hay personas que se aíslan y se pierden a sí mismos por ser rechazados en la sociedad. El quinto y último, “Seis y treinta” es el mix de todo lo anterior, exceptuando la literatura.
Nos gustaría saber qué lecturas han tenido un impacto significativo en tu trabajo. ¿Qué autores admiras y crees que te han servido como modelos para ir dando forma a tu estilo?
Bram Stoker es el más significativo para mí. Horacio Quiroga, Stephen King, Agatha Christie son sólo algunos de los pilares; curiosamente, en cuanto a Quiroga y King no he leído mucho sus obras, puesto que no me gusta leer libros de terror, soy más del suspenso, y sin embargo… Suelo evitarlos un poco, mi cercanía con ellos fue en clases de literatura. Por otro lado, de Agatha Christie su influencia ha sido más audiovisual que literaria.
De estos grandes autores puedo destacar: “La gallina degollada” y “El hombre muerto”, de Quiroga; Los niños del maíz, de King; Drácula, de Stoker, y las historias de Poirot y Miss Marple, de Agatha Christie. A esta lista no le puede faltar “El pozo y el péndulo” de Edgar Allan Poe.
¿Puedes compartir con nosotros tus planes en el mundo de la literatura? ¿Tienes proyectos en mente o sueños que desees realizar como escritora?
Sí y sí. Actualmente tengo un libro de cuentos listo para la edición y posterior publicación. Este segundo libro que me gustaría publicar puede diferir un poco de este primero, en cuanto a la temática, ya que uno de esos cuentos fue un reto que me propuse escribir, pero, tal como lo refleja en su premisa base, “se encierran dualidades” y…, todo lo que es, puede que no sea.
También tengo otros proyectos fuera del área de cuentos. Me gustaría escribir dos trilogías al menos, una de ellas está en pausa actualmente puesto que ha requerido de bastante investigación, orden y estudio; más allá de que escribir historias largas me da un poco de ansiedad, puesto que quiero terminarlas hoy, no mañana ni dentro de un mes. Obviamente es otro reto que quiero cumplir y se ha estado trabajando en ello, muy lento, pero definitivamente es algo que quiero hacer. La segunda en mente está relacionada con el cuento “A beautiful fallen angel” y no está muy bien definida. Y por último, hasta ahora, me gustaría escribir un poco más acerca de los temas que disfruto, bien sea de mitología, policías, fantasía e incluso infantiles, que no es para nada fácil escribir; al menos para mí, se me dan de manera mucho más sencilla y natural las historias con temáticas oscuras.
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