Dios ya tiene en sus manos las cenizas
de quien se cree más vivo
para arrojarla a los siete infiernos.
El mundo es
un quejido de hojas arrugando su cara
me escondo dentro de mi
cerca del hombro izquierdo
Donde no me alcanzo a ver
Donde no me escucho reír
Importa si estoy aquí
Perforando mi cuerpo en la llaga
¿Importa si estoy así?
Con la tristeza desencanto a las arañas de su nido
Con el látigo de tu lengua
Me violentas
El mundo es un quejido de hojas...
¿Detenerme en tus ojos
mientras las golondrinas anuncian otra mañana?
¿mientras el cielo púrpura
me toca el hombro?
Soy yo
más allá de tu deseo
No puedo
sostenerme en tu mano sin caer
más abajo de mi tumba
resurjo entre los escombros de la piel que se va.
En este mundo
A veces
Sólo a veces
la luz duerme
entre el césped teñido de rojo
y un grito encendido de verde
conmueve al cielo
sólo a veces
volteando las estrellas
se extiende el círculo
y parece posible el arcoiris
En este mundo
A veces
sólo a veces
los gusanos
alcanzan a ser mariposas.
A la hora de la verdad todo es mentira
Entre la acera roja o azul
se confunden los colores
la luz no siempre alumbra lo más bello
la intuición dirige en el silencio
y el tercer ojo no quiere siempre ver
tropiezas con girasoles y piedras
Caín o Abel
levantas la mano
y el lamento la esconde
a un lado del corazón
guardas las sábanas sacudidas de miedo
y bajo la cama
los zapatos descansan de perseguirse.
La oscuridad avanza
hiere a las estrellas
la luna cae
toda-sal
aterrorizada lágrima
desgaja la piel
cada instante tritura
el último hueso
lo que fui.
Somos como las olas del mar
a veces
estamos arriba dirigiendo la marea
y otras veces
arrastrándonos en la arena.