MAREAS Y MORADAS
No importa el país sino la orilla, la línea
Donde la nostalgia llega en mareas y moradas.
El horizonte escupe naufragios que
Caen a un charco inquieto
Lleno de huellas atadas al olvido.
Al borde de la arena una sombra se ondula
Sombra desnuda, bronceada
Por un sol siempre desterrado.
Se erige una bandera anclada
A la mano que la mece, pero
No es una bandera sino un rostro
Mirada ondeante a la mar
En el remar y remar de las pupilas
Olas extraviadas en un
Contorno curvo, lugar ignoto.

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