El marqués Wen del estado de Wei salió de viaje. En el camino vio a un hombre que usaba el vestido de piel al revés, mientras llevaba heno a la espalda. El marqués le preguntó: “¿Por qué usas el vestido al revés al tiempo que cargas heno a la espalda?”.
El hombre respondió: “A vuestro súbdito le gustan los pelos”.
El marqués dijo: “Tú no sabes que cuando la piel se haya estropeado los pelos no tendrán donde apoyarse, ¿ah?”.