Una luz durante la noche
A la espera del mediodía, luego del encargo del espíritu a las horas: un lugar en cuyo cielo hasta el ave más pequeña deje al volar una estela. A la espera de un estímulo entendido como huella en el éter. A la espera del tejido, de la trama, de la urdimbre. A la espera de una chispa, afuera o en la mente, capaz de revelar el estrato salvífico, la herida expuesta que no necesita vendaje. A la espera de un bastante que sea vasija colmada, el paisaje por fin recompuesto, las horas dispuestas en sucesión hacia el bruñido. A la espera de una danza, un angélico algoritmo, un gorjeo ante la ancha y alta estación, lo breve accediendo a lo inmenso, un resplandor sin fuente a la vista, una bandada que al extraviarse descubra la ruta precisa de la que la anterior, por siglos emprendida, era una aproximación, un remedo.
Eire
Es, sin duda, una isla. Una porción de tierra en medio del mar donde, sin nacer allí, allí nací y supe de inmediato la química de la acuarela, la física del amor escondido entre las hierbas, la geometría de la tormenta tanto tierra adentro como en la costa. Nada dejo porque todo me llevo, en la espalda. Hay adelante un pez que vuela. Hacia el dominio del fósforo. Hacia el ademán traslúcido, el árbol en llamas, el lejano delfín que en su salto abarca de Alfa a Omega. Allí, el fin del carbunclo, el final de la torpeza, la conclusión del diálogo con la sombra, la respuesta que cae como cae un escombro solar sobre la tierra.
- Asilo de lo fugaz, de Carlos Barbarito
(selección) - lunes 10 de abril de 2023 - Lugar de apariciones, de Carlos Barbarito y Sergio Bonzón
(extractos) - viernes 21 de enero de 2022 - Poemas de Carlos Barbarito - lunes 28 de mayo de 2018