Siendo sincera, no me gustó el primero, ¿por qué? Quizá porque no encuentro la manera de imaginarme algo, de construir con la misma prosa poética algo o a alguien. No consigo darle un sentido por pequeño que sea. Por eso tal vez sea mi propia responsabilidad el hecho de que no me haya gustado.
En cambio Eire, me ha gustado muchísimo, ¡muchísimo!. ¿Por qué? Porque me permite soñar. Porque parto con el autor a no sé dónde cuando lo leo. Y lo hago una y otra vez y en voz alta, y me parece que vuelo con las palabras, y me siento identificada con el canto de una prosa poética distinta, una prosa que me permite pensar en el principio del principio y en el final de todos los finales, me permite encontrar la libertad en su forma de escribir y me lleva nuevamente a ese universo de donde pueden caerse los escombros de mi propio asombro.Me ha parecido un excelente trabajo.

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