
A Amparo la conocí por allá por marzo de 2017 cuando desde la Asociación Civil El Ojo Memorioso, en unión con varias cultoras y agrupaciones cucuteñas, llevamos a cabo el evento “Mujer: arte y creatividad en zona de frontera”, con la finalidad de honrar y celebrar a la mujer artista de la zona fronteriza colombo-venezolana del departamento de Norte de Santander (Colombia) y del estado Táchira (Venezuela). Y aunque desde esa época me pareció una mujer muy grata e interesante, han sido pocas las ocasiones para compartir y conversar. Por eso no dudamos en aprovechar plenamente la oportunidad que nos brindó la estancia en Cúcuta en septiembre de 2022, durante la Fiesta del Libro, para realizarle esta entrevista. Amparo Cárdenas es una figura relevante del quehacer cultural nortesantandereano. Reconocida maestra ceramista, con una larga y dilatada trayectoria en el arte, actualmente dirige, muy acertadamente, el Museo Norte de Santander y Ciudad de Cúcuta, haciendo gran hincapié en la restauración y mantenimiento de la memoria e identidad regional.
Su trabajo artístico es la pasión que domina la vida de esta mujer. Por ello asegura con vehemencia que no tiene ratos libres, pues los mismos hacen permanente parte de su trabajo, así que se entiende que no pueda desvincular vida y trabajo. “Creo que al contrario de muchos que terminan sus períodos laborales y retoman su vida personal los fines de semana, e incluso tarde noche. Mi problema, porque ya lo veo como que se convierte en eso, es que mi trabajo es mi vida, entonces ahí hay una simbiosis en esos dos aspectos que impiden ver dónde termina uno y comienza el otro. Y en mi caso puntual, manejo varias facetas del trabajo cultural, entonces realmente lo definiría así, que mi trabajo es mi vida”. Amparo nació en Villa del Rosario, Norte de Santander, el 6 de marzo de 1962. Cuando las parteras atendían en las casas a las mamás. Su placenta está sembrada en un árbol de tamarindo donde hoy es un templo mormón; jocosamente ella dice que ese es el otro templo histórico de Villa del Rosario. Se asume como una persona muy sensible, dicho en sus propias palabras: “Ante todo una persona muy sensible. Yo creo que se me pasó la dosis de sensibilidad, ahí estamos graves porque en un mundo en el que el materialismo y el despotismo han ido en aumento, y la superficialidad está a la orden del día, resulta realmente una batalla dura de soportar. Soy una persona muy afectuosa y afectiva, y soy una persona muy para compartir, para dar. A veces yo siento que me pesa un poquito dar, porque uno no da con la sensación de que va a recibir, pero a veces en este mundo tan materialista siente uno que casi que tiene que estar pagando a cada rato el afecto, y esto duele. Yo creo que más que cualquier cosa mi nombre hace perfecta alusión a lo que yo soy; yo le reclamo a mi mamá que el nombre ‘Amparo’ me ha enredado como a eso, a estar muy de la gente, de la entrega, de dar, y pues eso juntado con la sensibilidad hace que me convierta en una persona en algunos puntos muy frágil; sin embargo, curiosamente en mi vida de contradicciones soy muy fuerte, siendo incluso muy delgada físicamente soy muy fuerte para enfrentar retos y habilidades laborales que requieren de mucha entereza, entonces muy persistente, muy perseverante, muy testaruda, y eso me ha ido forjando como una persona en que la gente cree a la hora de laborar. Y en el plano personal muy sensible, extremadamente sensible y tierna, creo yo que así puedo definirme”. Ciertamente la descripción física de Amparo es la de una mujer delgada, pequeña, lo que le otorga una apariencia frágil y delicada, más con su voz suave, alegre y amable. Pero si nos fijamos en su mirada encontramos unos ojos vivaces, firmes, con una mirada directa y sostenida que confirma lo que la boca está diciendo. Proveniente de una familia amplia donde ella es la segunda de seis hermanos, más madre y padre, seres a los que asume como su centro que la contiene y apoya: “Yo vivo actualmente con uno de mis hermanos y una sobrina que está estudiando acá en Cúcuta y que viene de Venezuela. Y me permite como ser mi centro, mi familia es mi centro y ha sido mi ayuda, mi única hija, que era como lo más cercano a mi corazón, falleció hace ya muchos años y desde entonces no tuve más hijos, era mi única hija y pues mi familia son mis hermanos, mis papás realmente”. Aprovechamos para pedirle que nos contara sobre su infancia y nos dijo: “¡Feliz! Yo veo los niños ahora y digo: ‘Qué felices éramos nosotros’, como dicen por ahí en tono jocoso: éramos felices y no lo sabíamos. Jugar con tierra, jugar con matas, jugar con palos, armar tiendas, esas cosas que se fueron perdiendo de los juegos infantiles. Da pesar que esa motricidad fina que se producía ahí, que no sabíamos pero que lo sabían las mamás, que lo dejaban jugar a uno con lo que fuera y se llenaba de barro y en la tarde se limpiaba y volvía y se cambiaba. Éramos realmente como más untados de lo que es la vida”. Y sin duda que estamos plenamente de acuerdo con ella, sobre todo con esa hermosa frase, “éramos realmente como más untados de lo que es la vida”, y es así, nuestra generación tuvo —aun cuando fuésemos niños de ciudad— contacto permanente con el sol, el aire, la lluvia, los animales, la vida, la libertad de vivir, sentir, experimentar… Lo que lastimosamente se ha ido perdiendo en esa modernidad del siglo XXI.

Retomando el tema profesional indagamos sobre lo que la ocupaba en ese momento. “Actualmente estoy terminando los proyectos de concertación con el Ministerio de Cultura sobre un proyecto, ‘Encontrémonos en el museo’ y ‘Pensarte en el museo’. Y en mi campo profesional artístico trabajando en la cerámica, sacando también adelante un taller de cerámica que es como otro punto laboral. Eso es básicamente lo que estoy proyectando hacer. Ahorita acabo de hacer el montaje de tres exposiciones, dos para la Fiesta del Libro que tienen que ver con la Comisión de la Verdad, los insumos y productos obtenidos a través de talleres de la comunidad y de la comisión. Y desde el museo haciendo una exposición, ‘Encuentro de dos maestros’, que comenzó con Reynaldo Cáceres, un artista de la región”. Los planes que maneja en el ámbito laboral son continuar con las convocatorias desde el Museo Norte de Santander, en la ciudad de Cúcuta, que es el lugar que está gerenciando actualmente. Y agrega: “Como artista seguir con la cerámica. Esos son a corto plazo. A mediano plazo, yo proyecto como actividades un poco más, para ir asegurando ya el hecho de una sostenibilidad y poderme dedicar más tiempo a mi trabajo creativo como artista y como curadora, continuar en la tarea que realmente me encanta. A largo plazo no sabría decir, después de la pandemia yo considero que trazarse metas a largo plazo ya resulta riesgoso”.
La humanidad está en crisis, en crisis de valores, de puntos.
Con respecto a la posibilidad de que el arte esté en crisis, Amparo es de las que sí lo creen, y lo argumenta de esta manera: “Yo creo que sí… No sólo por el arte… Pienso que la humanidad está en crisis, en crisis de valores, de puntos, y se dice que en cuestión de las modas y las tendencias era un ir y un venir. También este eclecticismo en que nos vemos inmersos hace que no podamos tamizar ni observar claramente de qué se trata, también perdemos a veces el norte de saber qué es arte y qué no. Por lo menos en el caso del museo, salirse del museo hacia las prácticas sociales es muy bueno, llega el arte a circuitos en los que no podría aparecer en otros momentos de la historia, pero así mismo, esa confusión del tema del arteterapia me parece un punto delicado y riesgoso para el verdadero quehacer creativo. Sí creo que hay crisis, y no solamente hablo desde las artes plásticas y visuales sino de las artes en general. Ese reinventarnos, también hay algo de verdad en el sentido de que mucha gente crea, pero no investiga; entonces, en ese sentido encontramos que no sabemos de verdad con respecto a la obra que se está creando qué vigencia puede tener, porque igual ya pudo haber mucha gente tocando ese tema. Parece que ya no existiera un tema que no se haya tocado, entonces hay que ser respetuoso con el referente y tenerlo siempre en cuenta”. Sin duda que sus respuestas son contundentes y sin espacio para las dudas, respuestas claras y que en algunos casos pudieran resultar polémicas para las personas de ego susceptible, como lo que nos respondió sobre lo elitista del arte: “Yo creo, encadenándolo con la respuesta anterior, en mi caso, con las actividades que se hacen desde el museo, hacemos que llegue a más gente o, por lo menos, no digo yo el conocimiento y la información precisa, pero por lo menos es un proceso de sensibilización en torno a ese tema (literatura). Lo que sucede con frecuencia, y eso se ve mucho en el tema de los escritores, es que el hecho de que exista como una competencia para intelectuales, que piensen que eso es para eruditos y que no está al alcance de todo el mundo este tipo de actividad, hace que se convierta como una actividad elitista, sin embargo, por lo menos en las artes plásticas y visuales, eso pasó a recogerse hace mucho tiempo. Sí veo que hay ese tipo de sentimiento, muy en especial en el caso de los escritores”. Llegados a este punto quisimos saber qué origina y que retrae su labor creativa, respondiendo de manera tajante: “Es increíble pero la respuesta es la misma. Me motiva la humanidad, el ser humano, pero también me desmotiva. Esos son los estados anímicos con respecto al sentir del otro. A mí me gusta mucho leer la definición de artista de Francis Alÿs y me parece que me encarreté tanto con el texto que sí siento que el artista es ese comunicador que está entre dos mundos”. La creatividad y la inspiración también las explica de manera muy singular: “Yo tengo un tema que resulta un poco paradójico, considerando que la creatividad es como algo que está ahí, igual que el calor que lo sentimos y no lo vemos. Pienso que la creatividad es como el eje de la inspiración, por supuesto, pero que yo lo concibo como un músculo que igual que el ciclista, que está haciendo su práctica en bicicleta todo el tiempo y fortaleciendo sus músculos y sus pulmones, pienso yo que nosotros los creadores siempre que estamos pensando en producir, en obtener esos resultados desde nuestro quehacer artístico, estamos fortaleciendo la creatividad, y es así como la musa siempre está presente. No es alguien que aterriza en un horario y en un día, sino que es alguien que está siempre conviviendo conmigo. Así lo veo yo”.
Amparo Cárdenas es realmente una mujer con una muy profunda y rica vida interior. Una personalidad con una gran variedad de facetas que le dan un sello por demás interesante a esta mujer que no teme ser ella misma, con una serena y suave frontalidad que desarma a cualquiera. Tal vez esa manera tan certera y precisa de decir las cosas para algunos sea cinismo o desencanto, quién sabe, lo cierto es que es muy concisa para definir los conceptos u opiniones que emite, no los disfraza ni endulza, lo dice como lo piensa, lo cree o lo siente. Por ejemplo su opinión del amor: “Yo pongo muchas veces en duda lo que es el amor, por lo menos el amor de pareja como lo concebimos; yo creo más en el amor fraternal de los amigos, en la entrega del amor de los padres, incluso de los hermanos, así tengamos nuestros distanciamientos y nuestras rencillas. Pero veo que hoy día el amor se ha convertido en un tema de interés, dependiendo de lo que yo doy esa es la calidad del amor”, lo que resulta contrastante con lo que piensa de Dios: “Pues igual que el aire que no lo vemos, lo sentimos, así yo creo que Dios es eso. Soy creyente, soy muy espiritual, no muy visitante de iglesias y eso, pero a Dios yo lo considero como mi parce, mi amigo, mi compinche con el que me peleo y me peleo fuerte con él. Pero también siento que él me contesta y escucho y siento lo que él quiere decirme. Entonces para mí es eso, es como un amigo que está muy dentro de mí todo el tiempo”.
Era muy chiquita y Dalí me encantaba. Pero luego también, ya conociendo pintores y obras, Van Gogh me fascina.
Esta intuitiva pisciana nos cuenta que llegó al arte motivada por Dalí. “Era muy chiquita y Dalí me encantaba. Pero luego también, ya conociendo pintores y obras, Van Gogh me fascina. Y a mí por lo menos me encanta, se asemeja mucho a esas contradicciones; me gusta mucho el arte conceptual”. Por cierto que de sus vivencias en el mundo cultural nos contó una peculiar anécdota: “Del mundo del arte una grata anécdota fue una obra mía que fue seleccionada al salón regional, y fue itinerante por varias exposiciones, que se llamaba ‘Plasmando la reubicación’, que era un libro hecho de una lámina de hierro muy gruesa, que yo la utilicé para hacer un libro con muchas bujías, y las bujías son como la representación de las personas y están dentro del libro, que es muy pesado, muy grueso pues las hojas son de una especie de material grueso intervenido con arcilla. Y ahí cuento cómo fue la reubicación de unos alfareros en Villa del Rosario, pero acompañado a ese libro de artista iba una carreta. Una carreta que llevaba ladrillos crudos, horneados, y unos bloques, y cuando fue para Ocaña habían dejado la carreta pegada a donde correspondía cerca del libro y entonces el director del museo empezó a dar alaridos: ‘Saquen esos escombros de ahí que ya viene la ministra’. Y si no es por una persona que conocía la obra pues la hubieran botado. A mí eso me causó mucho chiste”.
Esta es Amparo Cárdenas, una licenciada en Química que un día asumió que es artista y decidió sacar la Licenciatura en Arte. “El tema de la investigación es algo que a mí me gusta mucho. Me gusta mucho investigar y escribir, si dejara de hacer arte seguramente me iría por algún tipo de investigación. Me gusta mucho el tema de la investigación del material de la arcilla, ese tema me encanta, siempre estoy estudiando en eso, no lo aparto y yo creo que si me retirara del todo, del mundo cultural y del arte, me dedicaría a mi taller cerámico y a la investigación de lleno”. A Amparo le auguramos muchos años más en el devenir artístico, marcando pautas en el mundo cultural cucuteño y colombiano en general.
- Cósimo Mandrillo - viernes 10 de noviembre de 2023
- Fernanda Maradei - viernes 27 de octubre de 2023
- Amparo Cárdenas - viernes 13 de octubre de 2023