Alberto Hernández siempre nos hunde con su crítica literaria ¿precisa?, o sagacidad para deshilvanar la semiótica comunicativa textual de quien escribe disruptivamente con émulo vuelo golondrino, signos en soporte físico o virtual de poiesis que aunque dilatando su significado, el análisis crítico de Alberto no resiste a su deconstrucción oportuna.

Responder