Las kuitas del hombre mosca es otro de los grandes inventos narrativos de Eduardo Liendo. Fotografía: Guillermo Ramos Flamerich (2013)Las kuitas del hombre mosca, de Eduardo Liendo (Alfaguara, 2010).
Me viene a la memoria una vieja película, La mosca. Un científico se convierte en un insecto que a diario crece luego de experimentar en un laboratorio con estos fastidiosos animales. En blanco y negro, la pequeña bestia entra en nuestra imaginación infantil y nos aterra. El film, de una calidad sospechosa, era para aquellos tiempos una maravilla, como las del “Enmascarado de Plata”, tan falsas hoy. Pero quedaron las imágenes instaladas en nuestro imaginario.
Veo a Eduardo Liendo convertido en mosca. Lo veo sentado frente a Gregorio Samsa, hablando. Lo siento parte de la historieta del Hombre Araña, saltando de edificio en edificio.
Pero este hombre mosca es otra cosa.
Temístocles Pacheco, un nombre nada heroico para un personaje de cómics, es un simple vendedor de enciclopedias quien se convierte en una mosca. Es una mosca desde su perspectiva desdoblada, desde la mirada del narrador, desde la imperante insensatez del lector, porque todo lector debe ser insensato; de lo contrario pierde el sabor de la historia.
He aquí que Liendo habla de su alter ego, de la mosca interior que sale a volar, a vender libros. He aquí a un hombre que trata de memorizar el capítulo X de una enciclopedia para venderla, en tiempos de Internet. Vaya paradoja.
Las kuitas del hombre mosca (Alfaguara, Caracas, 2010) es otro de los grandes inventos narrativos de Eduardo Liendo, y pese a que él diga que no es nada original, aunque de eso no se trata, hablamos de un libro, de una novela, que igual nos fascina y nos lleva a volar dentro de la mosca, fuera de la mosca, desde la mosca, con la mosca.
Poeta, narrador, periodista y pedagogo venezolano (Calabozo, 1952). Reside en Maracay, Aragua. En 2020 fue designado miembro correspondiente de la Academia Venezolana de la Lengua por el estado Aragua. Tiene un posgrado en literatura latinoamericana en la Universidad Simón Bolívar (USB) y fue fundador de la revista Umbra. Ha publicado, entre otros títulos, los poemarios La mofa del musgo (1980), Amazonia (1981), Última instancia (1989), Párpado de insolación (1989), Ojos de afuera (1989), Nortes (1991), Intentos y el exilio (1996), Bestias de superficie (1998), Poética del desatino (2001), En boca ajena: antología poética 1980-2001 (2001), Tierra de la que soy (2002), El poema de la ciudad (2003), El cielo cotidiano: poesía en tránsito (2008), Puertas de Galina (2010), Los ejercicios de la ofensa (2010), Stravaganza (2012), Ropaje (2012) y 70 poemas burgueses (2014). Además ha publicado los libros de ensayo Nueva crítica de teatro venezolano (1981) y Notas a la liebre (1999); los libros de cuentos Fragmentos de la misma memoria (1994), Cortoletraje (1999), Virginidades y otros desafíos (2000) y Relatos fascistas (2012), la novela La única hora (2016) y los libros de crónicas Valles de Aragua, la comarca visible (1999) y Cambio de sombras (2001). Dirigió el suplemento cultural Contenido, del diario El Periodiquito (Maracay), donde también ejerció como director, secretario de redacción y redactor de la fuente política. Publica regularmente en Crear en Salamanca (España), en Cervantes@MileHighCity (Denver, Estados Unidos) y en diferentes blogs de Venezuela y otros países. Sus ensayos y escritos literarios han sido publicados en los diarios El Nacional, El Universal, Últimas Noticias y El Carabobeño, entre otros. Parte de su obra ha sido traducida al inglés, al italiano, al portugués y al árabe. Con la novela El nervio poético ganó el XVII Premio Transgenérico de la Fundación para la Cultura Urbana (2018).