Veinte años
a los veinte años
sólo es cierto en la vida del hombre
la tentación de muchos caminos
de muchas puertas
a esa edad se comienza a cerrar la maleta
para iniciar el viaje
que no concluimos
a los veinte años
se cree en el futuro
pero pasa el tiempo
se nos seca la garganta
se nos caen las uñas
y no aparece el futuro
a no ser que sea eso
que llamamos muerte
cosa que en realidad
le ha interesado a unos pocos.
Melancolía
hace tiempo que no voy
a mi pueblo natal
pero pasa que pareciera que estoy allí
me duermo caminando las dos calles y media
que tenía cuando vivía en él
saludo a mis familiares y amigos
saludo al pueblo entero
me duermo viendo los peces
saltar contra la corriente
atrapando la luna
para llevarla al fondo del río
me duermo saludando a Rudecindo Prieto
siempre con un libro en la mano
me duermo con los ruidos de la sabana
con la música del río
El río y la flor
yo no tengo una bicicleta de agua
como el poeta Cósimo Mandrillo
pero sí tengo un río
cuyo oleaje
no cesa
de halagar mi corazón
ahora estoy en su orilla
pasa lento como mayo
con su flor de bora
¿a qué lugar del planeta la llevará?
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